lunes, 19 de octubre de 2009

Las pérdidas. ¿Nos hacen crecer, o sufrir?


Yo no tengo la respuesta, pero debo decir que he pasado por algunas pérdidas importantes, (Mi hermana Elvira, mi papá, Benja, y mi cambio de país.....y lo que me ha quedado es la experiencia de haber pasado por un túnel negro, muy oscuro, pero que hay que transitarlo forzosamente. Es muy importante no negar el dolor que se siente, el coraje, el enojo , la ira o la tristeza, hay que aceptarlos como vienen y solos se van, eso es cierto, hay un final y una luz. Lo que digo es porque he estado esta semana pasada cerca espiritualmente de dos amigas que están pasando por una etapa difícil de duelo, dos pérdidas muy diferentes, pero las dos muy dolorosas. Se que las dos son muy fuertes, y espero que lo que están pasando les ayude a ser mas fuertes aún y mas sabias. Mi corazón y mi cariño están con ellas, y ellas lo saben muy bien, aunque tal vez nunca lean esto, se que mi amor les llega desde acá.
Los duelos son necesarios, todavía no acabo de entender el porqué, pero sí me consta que de cómo se manejen estos duelos, saldremos más o menos rápido, más o menos fortalecidos. Amiguitas, las quiero mucho y estoy con ustedes. Un abrazo.



3 comentarios:

Pilar dijo...

Hola Gina, muchas gracias por invitarme a tu blog. Lo he estado leyendo desde el domingo y me parece muy interesante.

Me parece precioso y sabio lo que dices en esta entrada. Te digo mi opinión: en mi experiencia no he llegado a saber si las pérdidas son necesarias, me ha resultado muy doloroso dar vueltas al "por qué" (¿Porqué me ocurre esto? ¿Qué he hecho para que me ocurra?), lo único que sé es que son reales, las pérdidas están continuamente presentes en nuestras vidas, unas veces son pequeñas cosas y nos arañan de continuo el corazón, otras nos dan un vuelco tan grande que nos desestabiliza y nos rompe. Como dices en tu escrito, yo también creo que cuando llegan hay que pasarlas forzosamente, no queda otra, ("es lo que hay" te he oído decir varias veces). Y cuando lo aceptamos, además de salir, crecemos. Eso seguro.

Un abrazo, y me encantaría seguir leyéndote, así que, por favor, una entrada cada domingo ¿ok?.

Andrés dijo...

Hola mi querida amiga Gina. Recibe un saludo afectuoso.

No pensé que escribieras tan bonito y que pudieras expresar tus ideas y sentimientos tan claramente.

No sé qué decir, sino que considero que las pérdidas son momentáneas. Aún así se siento feo; es la parte humana que tenemos.

A los sentimientos de pérdida, ni el mismo Cristo se salvó en dos ocasiones: la muerte de su amigo Lázaro -lloró-, y al sentirse alejado de su Padre en el Huerto de los Olivos.

Sale, una brazo y gracias por compartir. Andrés.

Anónimo dijo...

Gina:

Te felicito por tus escritos. Nos enriquecen a todos.

Yo creo que el sufrimiento nos hace mejores personas. No es que me guste sufrir, ¡por supuesto que no!, sino que, dado que el dolor es un aspecto irrenunciable de la vida, debemos aprender a ver cómo el haber pasado por una pérdida ayuda a comprender a los que sufren y se deprimen por las suyas y a identificar todo lo bueno que tenemos.

¿Por qué no preguntamos ¿por qué yo? todos las veces que somos felices y si lo hacemos cuando enfrentamos el sufrimiento aunque sea sólo una vez?

Respondiendo a tu pregunta, las pérdidas nos hacen crecer si sabemos sufrir adecuadamente.

Un fuerte abrazo

Ara