martes, 30 de septiembre de 2008

CUANDO YA NO ESTAN AQUI..

Me acabo de enterar con mucha pena, que Alejandro Aura murió este año, y precisamente, acá en España. Yo no lo conocí personalmente, pero salia en la televisión, en canal once y estaba muy ligado a todo lo relacionado con la cultura mexicana. Se vino a España y cuando yo recién llegué, me lo encontré en internet haciendo un programa de radio de mexicanos y me daba gusto oírlo. Tengo una amiga que lo admiraba mucho. (lo siento por ella, le habrá dolido mucho).


He estado pensando en la muerte últimamente, y esta noticia me hace reflexionar : ¿que pasa después de la muerte? obviamente no voy a resolver esto yo, es evidente que son temas que nunca tienen un fin, pero no dejo de preguntarme porqué algunas personas mueren antes que otras, teniendo tanto que dar todavía, y otras que ya no quieren seguir vivas, "sobreviven" sin poder dar nada más. Podría ser debido a que no tienen un motivo para vivir, como decía Víctor Frankl, pero también podría ser porque están muy deprimidas, y ya no pueden más. Creo que no debemos juzgarlos, pues yo no se quién es más valiente, el que decide seguir luchando o el que decide terminar con su vida y con todo lo que conlleva. Pero lo que sí creo que queda marcado, es lo que se queda a los familiares cercanos: una "paquete" de emociones que se confunden, culpa, remordimiento, y tal vez mucha ira hacia el que se fue. No lo se, ojala que no estemos nunca en una situación así.

El caso de Alejandro Aura es diferente, leí que el padecía cáncer y estoy segura que todavía tenía mucho que dar.
Les contaré el caso de una amiga muy cercana, quien enviudó hace unos tres años, y su marido, a mí me consta, era bueno, trabajador y muy amoroso con su familia. Sólo tenía 45 años, cuando la enfermedad le ganó la batalla, pero él luchó hasta el final, y si de algo estoy segura, es que él todavía está presente en esta vida, pues dejó a sus hijos protegidos, "cubiertos" por muchos frentes, (económico, familiar), les dejó la vida asgurada de tal manera, que ahora, aunque ya no esté con ellos físicamente, siguen recibiendo todo el apoyo que el quería darles.


Y como este caso podemos todos encontrar muchos ejemplos. Pienso en mi papá, en mi hermana, en mis tías que ya se han ido, en mis tíos, y en verdad creo que es cierto ese dicho que dice "la gente no muere cuando piensas en ella, solo empieza a morir cuando ya no la recuerdas." Que esto sirva como un humlide homenaje a las personas que se han ido antes que nosotros.

Pidamos a Dios y a la vida, las fuerzas necesarias y los motivos suficientes para no "flaquear".